VIAJE A PUENTE TABLAS Y SAN ILDEFONSO

10.02.2015 11:08

Sábado: 31 de enero de 2015. Los asociados participantes en esta actividad nos reuniremos en el Museo de Jaén. La visita se centrará, especialmente, en las piezas de la cultura ibera existentes en él. En este edificio contemplaremos, entre otros: los conjuntos funerarios de Castellones de Ceal y de la Guardia; el magnífico conjunto escultórico de EL PAJARILLO de Huelma, procedente del Santuario Heroico, y el grupo escultórico de CERRILLO BLANCO de Porcuna, del siglo V a.n.e., considerado como el conjunto más importante de esculturas ibéricas.

Una vez completada la visita al Museo, nos trasladaremos en autobús hacia el oppidum de Puente Tablas. Se trata de un yacimiento de 6 ha. de extensión ubicado junto al río Guadalbullón, en la periferia de Jaén capital. El actual ordenamiento urbano del oppidum, construido sobre un poblado de cabañas de finales del siglo IX a.n.e., se consolida entre los siglos VII y IV a.n.e. El asentamiento fue abandonado aproximadamente a finales del siglo IV a.n.e., siendo nuevamente ocupado, temporalmente, en el siglo III a.n.e., seguramente en el transcurso de las acciones bélicas de la Segunda Guerra Púnica.

La estructura más importante es el llamado Complejo Palaciego. Se trata de una construcción del siglo V a.n.e., que ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de los siglos IV y III a.n.e. hasta adquirir la configuración que hoy se reconoce. El conjunto presenta dos partes bien diferenciadas. La primera y más noble se ordena en torno a un patio en el que dos columnas privilegian al norte un espacio reservado, en tanto una serie de pilares separa la parte occidental y la oriental del edificio que debieron tener funciones muy diferentes, públicas al oeste y privadas al este. Por el sureste se adosaba al edificio central un segundo cuerpo rectangular conformado, al menos para la fase más tardía del III a.n.e., por tres naves que se cerraban ante un potente muro exterior. Este segundo cuerpo parece que atendería las funciones relacionadas con los servicios del propio palacio.

Otra construcción importante debió de ser la Puerta Sur. Construida en el siglo IV a.n.e., sufrió una importante reconstrucción en el siglo III a.n.e. La puerta original presenta un corredor monumental construido con mampostería de piedra de 15 m de longitud y 3,5 m de ancho, enmarcado entre dos muros que, en algún punto, alcanzan los 2 m de altura. A mitad del recorrido se ha documentado la presencia de dos cajas de piedra que finalizan en un estribo que, a su vez, avanza dos metros hacia el interior del corredor. Su función sería la de sostener la estructura de cubierta hasta la puerta de madera que cerraría la entrada

En el transcurso de las diversas intervenciones arqueológicas se ha documentado, además, la existencia de una estela antropomorfa que presenta dos brazos con las manos abiertas sobre el vientre y restos de un posible cinturón. La estela, hallada en su posición original junto a una pequeña capilla lateral, en el centro del corredor y a unos 7 m de la puerta, representaría esquemáticamente a una divinidad femenina dedicada a la fertilidad. Tras la visita a Puente Tablas, el autobús nos dejará cerca del barrio de San Ildefonso, desde donde nos dirigiremos hacia el Mesón Los Monteros, en cuyas instalaciones degustaremos una comida típica jaenesa. En la tarde, giraremos una visita a la Iglesia Parroquial de San Ildefonso.

La Basílica Menor de San Ildefonso y Santuario de Nuestra Señora de la Capilla, es, dejando al margen a la catedral, el templo más grande de la ciudad. El actual conjunto, su interior gótico con los retablos barrocos, las tres portadas, gótica, plateresca y neoclásica, y especialmente su majestuosa torre principal, les da un aire de pequeña catedral o colegiata.

Desde la creación en 1248 de la primitiva Capilla de San Ildefonso hasta hoy la historia del templo ha sido intensa y variada. En los últimos años se ha llevado a cabo una profunda renovación del interior de la iglesia, adaptándola a las necesidades que planteaba la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II. Se han restaurado los retablos de mayor valor artístico, como el renacentista del Cristo del Valle o los barrocos del Descenso, de San Benito y de San Antonio Abad.